jueves, 31 de mayo de 2012
MISTERIOS Y PSICOFONIAS EN BELCHITE
La leyenda de Belchite se remonta a la Guerra Civil española, con el bombardeo de todo el pueblo y con la muerte de sus habitantes. Hoy en día aún estremece pasear entre las ruinas de Belchite el Viejo. Belchite es un pueblo situado en el nordeste de España, profundamente afectado por los bombardeos de la Guerra Civil española (1936-1939). Actualmente el pueblo se divide en dos partes, Belchite el Viejo y el actual Belchite. Sin embargo, pasear por las ruinas del Belchite el Viejo es estremecedor, entre sus edificios derruidos y bombardeados se sienten impresiones indescriptibles y un ambiente algo espeluznante. De hecho hay quien asegura que por allí aún vagan las almas de toda la gente que murió. En el verano de 1937, fuerzas republicanas al mando del general Pozas iniciaban una ofensiva con la que consiguieron ocupar Quinto, Codo y Mediana, amenazando la ciudad de Zaragoza. Después de un año de guerra civil en España, los nacionales del general Franco se encontraban a punto de entrar en Santander, y la ofensiva republicana en Aragón pretendía impedir la pérdida de la plaza cántabra y del frente del Norte que aún resistían. A finales de agosto, el avance de las tropas gubernamentales se encontró con un grave escollo: el pueblo de Belchite, bien fortificado y con una guarnición nacionalista de unos dos mil efectivos que resistieron hasta el 6 de septiembre de 1937. Belchite, centro comarcal de la Tierra de su mismo nombre, enclavada en un medio natural típico del secano aragonés, quedó completamente arrasado y se calcula que los muertos en la batalla fueron unos seis mil. El importante patrimonio histórico y urbano ya dañado por las consecuencias de las guerras carlistas, quedó prácticamente arrasado en los aciagos días del verano de 1937. Belchite no fue reconstruido y hoy conviven el pueblo nuevo y el viejo, en un impresionante testimonio de la violencia de los hombres para con su historia. La guerra civil española se pierde entre los muros del pueblo abandonado, desgarrados por las balas y los obuses, para trascender hasta convertirse en un símbolo intemporal de los anhelos de paz. Hoy, existe un Belchite subterráneo, ya que durante la guerra, la gente comunicó con túneles las bodegas de las casas para esconderse y poder comunicarse sin riesgo. Bajo tierra, podría haber documentos y objetos de valor histórico sobre el pueblo, la guerra y la vida cotidiana durante el conflicto. Los que han atravesado sus calles polvorientas lo han sentido, es como si el tiempo se hubiese detenido. Esperas que en cualquier momento unos niños salgan corriendo de uno de los caserones destruidos, y es que aun se siente vida en el pueblo. Para muchos investigadores de lo paranormal, el viejo Belchite, es el lugar perfecto para realizar psicofonias, y por los resultados podemos afirmar que así es, tanto por la cantidad como por la calidad. Una de las mejores grabaciones realizadas fue sin duda la de nuestros amigos David Garcés y Paco Calahorro, que junto a un equipo de investigadores consiguieron grabar en la iglesia de San Martín una voz. Después de analizarla, hay unanimidad en catalogar la voz de una niña o niño, también se puede escuchar un clic metálico característico de estas grabaciones, la escalofriante voz dice: "Rojo al suelo". Según los investigadores, allí no había ninguna niña o niño que hubiera podido realizar la misteriosa inclusión. Al escucharla, parece que uno ha sido capaz de recoger un breve fragmento de historia, como si la voz hubiese perdurado a través del tiempo con la posibilidad de ser captada en determinados momentos.
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