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jueves, 18 de agosto de 2011

El MISTERIO DEL TRIANGULO DE BENNINGTON












Cerca del monte Glastonbury, en Vermont, se encuentra el Triángulo de Bennington, una enigmática zona boscosa donde se pierde el rastro de las personas que un día desaparecieron y de las que nunca más se supo. La mayoria de estas desapariciones se produjeron sin que los cuerpos de seguridad pudieran encontrar una sola pista para averiguar que les había ocurrido. Las víctimas eran personas de diferntes edades y de ambos sexos y todas ellas se esfumaron en un plazo de cinco años que lleva del 1.945 a 1.950. Todas las desapariciones ocurrieron en el último trimestre del año, entre los meses de octubre, noviembre y diciembre, pero aparte de esto poco más se pudo saber para conocer la naturaleza de estos hechos.
La primera desaparación ocurrida en el Triángulo de Bennington se remonta a 1.945, un hombre llamado Henry MacDovell, evadido de un manicomio en el que estaba recluido por ser el autor de la muerte de otro hombre desapareció sin dejar rastro en ese lugar. Aunque no resulta extraño que un prófugo de la justicia “desaparezca” sin dejar rastro, este suceso es ha menudo citado como las primera de las extrañas desapariciones del Triángulo de Bennin
El 12 de Noviembre de ese año un hombre llamado Middie Rivers que trabajaba como guía de montaña desapareció misteriosamente ante los ojos del grupo de turistas a los que acompañaba de regreso al campamento. Él caminaba delante del grupo de personas por una zona que conocía sobradamente cerca de la carretera de Long Trail y simplemente desapareció, nunca más fue visto ni se encontraron restos o pistas que dieran respuesta a este inquietante suceso a pesar de las batidas que la policía y voluntarios realizaron durante días.
Un año màs tarde, concretamente el día 01 de diciembre de 1.946 una estudiante de dieciocho años de edad de nombre Paula Welden se adentró en los bosques de la zona con la intención de hacer senderismo de montaña. Esto es lo último que se supe de ella. Jamás salió de esos bosques y las pesquisas iniciadas por la policía no dieron tampoco esta vez ningún resultado.
También se reportan rumores de que en el año 1.949 tres cazadores desaparecieron en el Triángulo de Bennington durante una jornada de caza, aunque no se ha podido investigar si esto es verdadero o simplemente una habladuría.
Sin embargo si se sabe que el día 1 de diciembre de ese año un hombre llamado James E. Tetford protagonizó lo que parece ser la desaparición más enigmática ocurrida en el Triángulo de Bennington. El señor Tetdford desapareció mientras se encontraba en el interior de un autobús en movimiento. Los demás pasajeros testificaron que lo vieron en el autobús, pero para cuando éste llegó a su última parada en Bennington James Tetford había desaparecido.
El doce de octubre del año siguiente Paul Jepson, un niño de ocho años, desapareció de la vista de su madre mientras ésta se encontraba realizando algunas tareas domésticas. La posterior búsqueda de los cuerpos de seguridad fue muy exhaustiva, empleándose incluso perros para intentar seguir el rastro del niño. Los perros avanzaron a través del bosque hasta una autopista cercana donde perdieron el rastro. Esto hizo pensar a la policía que la desaparición de Paul Jepson fue un secuestro y que el pequeño fue introducido en algún vehículo que circulaba por aquella autopista.
La última extraña desaparición de la que se tiene constancia en el Triángulo de Bennington es la de una mujer llamada Frieda Langer. El 28 de Octubre de 1.950 Frieda fue de excursión con su primo. En un momento de la caminata, Frieda tropezó y cayó en un lugar que estaba anegado de agúa. Frieda decidió volver al campamento para cambiarse de ropa y su primo se quedó en aquel lugar esperando que regresara. Frieda nunca llegó de vuelta al campamento. Se inició entonces un masivo operativo de búsqueda por tierra y aire. Policía, bomberos, militares y voluntarios participaron durante días rastreando toda la zona sin conseguir tampoco resultados aparentes. Pero siete meses más tarde el cuerpo de Frieda fue encontrado en un descampado que, curiosamente, ya había sido rastreado en los meses anteriores por la policía. Debido a las condiciones en que se encontraba el cuerpo y al tiempo transcurrido los forenses no pudieron determinar la causa de la muerte.
Existen varias teorías sobre la naturaleza de las desapariciones del Triángulo de Bennington pero todas ellas siguen siendo bastante endebles y no logran explicar por sí mismas todas las desapariciones. La primera teoría menciona la posibilidad que durante aquel periodo hubiera un asesino en serie por aquella zona. Si bien esto es totalmente posible, la diferencia de sexo y edad entre las víctimas y la ausencia total de pistas o evidencias en todos los casos, parecen echar por tierra esta tesis. No es muy habitual encontrar un asesino que actua tan indiscriminadamente al escoger a sus víctimas.
Otra teoría sostiene que las desapariciones se debían a desgraciados accidentes de montaña. Las fechas en que ocurrieron todas las desapariciones entre las estaciones de otoño e invierno son las propicias para que el suelo del bosque aparezca cubierto de una gruesa capa de hojarasca que oculte pozos o agujeros donde habrían caído inadvertidamente las víctimas. Sin embargo esto no explica los casos de Frieda Langer y James Tetdford. Además, en las búsquedas que se organizaron tampoco se encontraron pozos o simas que pudieran explicar esta teoría.
Lo cierto es que pasado ese periodo las desapariciones dejaron de tener lugar y actualmente no se conoce ningún otro caso que haya tenido lugar en esa zona. Probablemente no existe un único motivo para explicar las extrañas desapariciones del Triángulo de Bennington y sea más sensato pensar que obedezcan a varias razones: accidentes, extravíos o secuestros…, pero de lo que no cabe duda, es que el misterio que las rodea sigue estando vigente y que la población local sigue considerando la zona que rodea el monte Glastonbury como maldita.

EL FANTASMA DE LA CARRETERA











Muchos dicen que es leyenda, otros afirman que es cierto, pues la verdad, yo no me atrevería a averiguarlo. Pero según muchos esto es lo que pasó. Se dice que a altas horas de la noche, en las carreteras oscuras y solitarias aparece una mujer muy bella pidiendo un aventón (autostop), a las personas que conducen. En cierta ocasión el motorista de un autobús, se conducía a altas horas de la noche, y dicen que a la orilla de la carretera se le apareció una hermosa joven, pidiendo un aventón , el motorista se le hizo muy extraño encontrarse con alguien en esa carretera a altas horas de la noche y en especial con una mujer, pero la curiosidad y la morbosidad pudieron más que la cautela, y permitió que abordara el autobús, el hombre comenzó a insinuarle cosas a la joven, sin tener la mínima idea de quién o qué era lo que tenía junto a él. A pesar de que la mujer se comportaba de forma extraña ya que no pronunció palabra desde su ingreso al autobús. El motorista estacionó el autobús, y comenzó a acercarse más y más a ella, pero esta vez la joven ocultaba su rostro y daba la espalda . El hombre insistía en verla, pero ella se negaba y al fin habló y sus palabras fueron las siguientes: NO TE VA A GUSTAR LO QUE VAS A VER. Y de repente se dio vuelta y AHHHHHH!!!!!!!! Su cara se había desfigurado, la carne se le estaba cayendo a tal punto que solo le quedó el esqueleto. Se dice que encontraron al hombre inconsciente el día siguiente tirado fuera del autobús, pasó 2 semanas en coma, dicen que él contó esto a un amigo suyo antes de volverse loco, ya que después que salió del hospital quedó desquiciado. Y así son muchas las historias sobre la descarnada…

LAS GEMELAS




















Eran dos hermanas que se llevaban muy bien, nunca se peleaban ni discutían, pero por razones de trabajo tuvieron que cambiar su residencia a la ciudad, donde estaba una carretera que era peligrosísima en esos momentos.

Las niñas tuvieron que cruzar solas porque a la madre la llamaron del trabajo para que fuera urgentemente. Les dijo a las niñas que cruzaran solas, pero que tuvieran cuidado, mirando a los dos lados. Las niñas obedecieron.

Nada más girarse la madre para marcharse oyó un golpe muy fuerte detrás de ella. Eran sus hijas, habían sido atropelladas por un camión. desgraciadamente, las dos habían muerto.

Cuatro años más tarde la madre, aún joven, ya que tenía 34 años, todavía vivía en la misma casa cerca de la carretera y no olvidaba ningún día a sus dos gemelas. Afortunadamente, había vuelto a tener hijos, y casualmente eran dos gemelas. Además, eran muy parecidas a las que murieron atropelladas. Esto hacía que la madre olvidara en parte ese trágico suceso.

Pero la fatalidad estuvo a punto de volver a la familia, a pesar de prohibirles expresamente acercarse a la carretera.

Un día las dos niñas estaban jugando y decidieron cruzar la carretera. No venía nadie en ningún sentido, no había peligro.
En el último momento apareció su madre que chillando muy alterada, les dijo que no cruzaran, a lo que las niñas respondieron al unísono:

- Si no pensábamos cruzar,… ya nos atropellaron una vez y no volverá a ocurrir…

EL MISTERIO DE LA MANO CORTADA











La mano izquierda sin las puntas de todos los dedos, ¿es de una mujer que aún está viva? Pero, ¿cómo hizo para arreglárselas sin ir a algún centro sanitario? ¿Acaso no fue por temor a correr la más terrible de las suertes? ¿Por eso es que no se anima a denunciar? ¿Será por ese mismo miedo que ningún familiar, amigo o vecino no le avisa a la policía? ¿O es que la mano es de alguien de otra provincia y fue arrojada en San Juan? Pero si fue así, ¿por qué no hay reclamos de un juez de otra jurisdicción? ¿Acaso el dueño de la mano está en una tumba que fue profanada? Entonces, ¿por qué no encontraron pistas de un hecho similar en ningún cementerio? ¿Es posible que la dueña de la mano haya sido asesinada y mutilada? Si fue así, ¿dónde está el resto del cadáver? ¿En San Juan, en otras provincias? ¿Por qué él o los homicidas dejaron esa mano en una finca de Médano de Oro, Rawson? ¿Buscaban dar un mensaje mafioso? ¿A quién? ¿El crimen es de un psicópata que sólo busca divertirse dándole un gran dolor de cabeza a la policía?
Para los investigadores policiales y judiciales encabezados por el juez Guillermo Adárvez (Tercer Juzgado de Instrucción), esos y todos los interrogantes tienen cabida en una investigación que no avanzó más allá de las especulaciones desde el momento mismo en que ocurrió: hace exactamente un mes. El 15 de enero pasado, en la mañana, Lorenzo Caules, se topó con el macabro descubrimiento entre los yuyos y un enjambre de moscas en el ingreso de su finca en la vieja calle 5 entre López y Planes y Ramón Franco, en Médano de Oro, Rawson.

Según fuentes judiciales, el examen del médico forense arrojó que la mano llevaba por lo menos 48 horas de cortada. Sí cortada, porque había sido seccionada con un elemento filoso en la muñeca y a la altura de las primeras falanges de cada dedo. El estudio, según las fuentes, también reveló que la extremidad pertenecía a una mujer de unos 40 o 50 años, y que bien pudo ser víctima de un homicidio.

Para los policías, lo único que quedó en claro fue la indisimulada intención del mutilador de impedir la identificación por huellas digitales al cortar las primeras falanges de cada dedo.

Lo demás fue una investigación que no arrojó nada, porque ningún hospital o centro sanitario reportó la atención de una "manca", porque las mujeres desaparecidas en San Juan fueron localizadas (según la policía), porque nunca apareció el resto del cadáver y porque tampoco hay reclamos de otras provincias por una persona asesinada y mutilada, viva o muerta, dijeron fuentes policiales.

Ante ese desolador panorama sin promesas de resolución, en la policía creen que la única forma de llegar a buen puerto es que alguien rompa el silencio y diga, aunque sea en forma anónima, cómo se arma semejante rompecabezas.

EL BOSQUE DE LOS SUICIDIOS
















Una noche un hombre iba atravesando por un bosque, donde había ocurrido muchos casos de suicidio. El bosque era tan enorme que apenas se encontraban los restos. El hombre iba en coche, y con un poco de miedo, ya que conocía la fama que tenía ese bosque.

"Dios mío, no me extraña que vengan aquí a suicidarse, esto está más perdido que... eh, ¿qué es eso?"

Notó que había algo en la carretera y cuando estaba ya cerca vio que era una pareja tendida en el suelo. La chica no se movía pero el chico estaba haciendo señal pidiendo ayuda.

El hombre se bajó del coche y le preguntó: "¿Qué les ocurre, en un sitio como aquí?"

"...Vinimos a suicidarnos... Nosotros queríamos casarnos, pero nuestros padres no nos permitieron por eso vinimos aquí, pero estoy arrepentido, por favor llévanos a algún hospital..."

El hombre llevó al coche a la chica que no se movía y le ayudó al chico a subir. Corrió todo lo que podía hasta llegar a un hospital más cercano mientras oía la voz del chico..."¿Está lejos el hospital?...Por favor dese prisa..."

El coche llegó al hospital. "¡¡Socorro, por favor, hay dos que están muy grave!!" El hombre explicó todo lo que había pasado mientras sacaban a los dos de su coche. Parecía que el chico había perdido el conocimiento.

El hombre tuvo que esperar un buen rato hasta que salió el médico que examinaba a los dos. "Doctor, ¿cómo están? ¿le salvará la vida?"

"Siéntese... Vamos a ver, según lo que explicó los encontró en el bosque, ¿verdad?" "Sí" "¿Hace cuánto tiempo?"

"Hará... como una hora o un poco más..." "Y dice que habló con el chico." "Sí, la chica no estaba consciente pero el chico me explicó lo que pasó y todo el camino me estaba diciendo que corriera, que me diera prisa."


"Es que... es muy extraño... Los he examinado y los dos están muertos por lo menos desde hace 5 horas..."